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miércoles, 19 de abril de 2017

Luis del Val



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UN LARGO VIAJE

       Una Venecia monumental como trasfondo, evocada desde una perspectiva idealista, un escenario que incluye el sentimiento del amor y un romántico recuerdo vivido años atrás, sirven al periodista y escritor Luis del Val (Zaragoza, 1944) para contar en su última novela, Volveremos a Venecia (2005), una intensa relación amorosa y varias historias de cierta intriga que, con protagonistas comunes, confluyen en un relato de corte policíaco, con delincuencia internacional y tráfico de armas, como algunos de los elementos más significativos, pero también para mostrar el lado humano de las altas esferas de la judicatura, la política y las fuerzas de seguridad del Estado.
       En realidad, Luis del Val cuenta, en su romántica visión de la ciudad de Venecia, la relación entre una joven juez, Licia Basantes, destinada en un pequeño pueblo del Pirineo, Vallefrío, y el comandante del puesto de la guardia civil, el sargento Antonio Marcopán. La acción transcurre en la actualidad y pretende ser una reflejo de la sociedad contemporánea con algunos recuerdos de un pasado, también, reciente cuando se refieren a algunos de los hechos que justifican las acciones del presente, sobre todo en el espacio geográfico del Pirineo núcleo donde debe centrarse la acción de la novela porque los protagonistas, tanto el femenino como el masculino, desempeñan ese otro papel sobre el que del Val construye su historia: su circunstancia particular y profesional y la tórrida relación amorosa y las consecuencias posteriores que se derivan de ella. Pero lo cierto es que el relato pretende ir mucho más allá de esa secreta pasión vivida entre el guardia civil y la jurista, para  así contar parte de un escabroso suceso ocurrido treinta años atrás que justifique las intrigas llevadas a cabo en las altas esferas de la judicatura, con un trasfondo de corrupción política que desemboca en delincuencia internacional. Al mismo tiempo el escritor plantea el compromiso social que se establece en la relación humana entre ambos amantes, una joven que ha pasado los mejores años de su juventud consagrados a su carrera y descubre una pasión nunca entrevista, o el maduro guardia civil que vuelve de un destino en el País Vasco y se ve arrastrado por esa desatada pasión; el escritor, además, apunta, entre otras muchas cosas, la esfera social desde donde proceden ambos para justificar algunos de sus planteamientos. Quizá para dar credibilidad a una relación que desde el principio está abocada al fracaso, pese a la obligada referencia a una ciudad como Venecia, símbolo de una aventura que, al menos en el protagonista masculino, le llevará  a una desorientación en su posterior vida.






VOLVEREMOS A VENECIA
Luis del Val
Sevilla, Algaida, 2005
              

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